Existen plantas que son beneficiosas para la salud de las personas. Muchas de ellas ayudan a combatir malestares o enfermedades, aliviar dolores o ser calmantes para los nervios.
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Todo lo que sea natural, orgánico, antioxidante, energizante y fresco automáticamente hace que se piense en alimentos de calidad.
En el mundo de las infusiones también es curioso comprobar que la mayoría sirven para regular muchos procesos en el organismo. No hacen magia, pero si ayudan a mejorar día a día a quienes la utilizan de manera consciente.
Además, muchas infusiones suelen tener carácter saciante, por lo que se convierten en aliadas para perder el exceso de grasa corporal y pelear contra el sobrepeso.
Otras ayudan a controlar el azúcar en la sangre o el mal colesterol y a su vez, fortalecen los huesos y el sistema inmunológico con una eficacia que rivaliza con compuestos farmacológicos preparados para aliviar ciertos problemas de salud.
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Al hacer infusiones lo mejor es dejar el agua hervir a punto de ebullición, posteriormente retirarla de la fuente de calor e incorporar la hierba o producto protagonista.
BENEFICIOS DE LA INFUSIÓN DE SALVIA
En el caso de la salvia, se trata de una planta aromática con diferentes aplicaciones medicinales y terapéuticas, está es originaria del sur de Europa.
Desde hace mucho tiempo las especies de salvia se han utilizado para aliviar el dolor, la inflamación, proteger al cuerpo del estrés oxidativo, las infecciones bacterianas y víricas.
- Beneficiosa para la digestión: deshincha el abdomen y ayuda a la diarrea y calma en el dolor de estómago.
- Relajantes: apoya los insomnes, reactiva la memoria y concentración.
Para las mujeres menstruante suele aliviar los cólicos en los días de su ciclo.
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